Barreras de adopción y comunicación entre pares

Identificar las dudas y objeciones que frenan la prescripción de Matriceel entre los médicos que aún no lo utilizan es fundamental para diseñar estrategias educativas y de comunicación que superen estos obstáculos. Los médicos del grupo focal, desde su perspectiva de usuarios expertos, ofrecieron una visión clara sobre las principales barreras para una adopción más amplia.

Las dos barreras principales no se relacionan con la eficacia o seguridad del producto, sino con aspectos conceptuales y de posicionamiento:

• Desconocimiento del campo de acción: La principal barrera identificada es la falta de conocimiento sobre la existencia, la función y la importancia clínica de la matriz extracelular en la medicina convencional. Muchos médicos no tienen a la matriz "en su radar" como un objetivo terapéutico, por lo que un producto diseñado para actuar sobre ella no encaja en su paradigma de tratamiento. La barrera no es el producto, sino el desconocimiento del "órgano" al que se dirige.

• Escepticismo ante la versatilidad: Un producto que parece "servir para todo" puede generar escepticismo y desconfianza en la comunidad médica. Los expertos señalan la necesidad de posicionar Matriceel no como una panacea, sino como un componente fundamental y transversal dentro de un plan de tratamiento integral. La clave es explicar que no lo cura todo, sino que al restaurar la función de la matriz, permite que el resto del organismo y otras terapias funcionen mejor.

Para superar estas barreras, los médicos del grupo focal recomendaron un mensaje claro y directo para sus colegas. A un médico que no ha utilizado Matriceel, le dirían que, antes de prescribir, debe darse la oportunidad de conocer. El mensaje central es: "Lea un poco, entienda por qué lo va a usar, para qué lo va a usar". Enfatizan la importancia de comprender el mecanismo de acción de sus componentes y el rol fisiológico de la matriz para poder utilizarlo de manera efectiva y no como una receta vacía.

Esta necesidad de educación y una comunicación más clara se extiende también a la interacción con el destinatario final del tratamiento: el paciente.